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Rescatan primer Casino Español de La Habana

Rescatan primer Casino Español de La Habana

Por: Reyna C. Turro Caró

 

Luego de más de CINCO años de restauración  se logró rescatar en La Habana, una obra de gran valor arquitectónico y patrimonial: el primer Gran Casino Español que tuvo Cuba, hoy Palacio de Matrimonios.

El Club lo fundaron en el siglo XIX, el 11 de junio de 1869 un grupo de españoles y sus descendientes, inicialmente en una edificación de la calle San Rafael esquina a Industria y luego de tener sede en varios inmuebles, se construyó en la calle Prado, esquina a Ánimas la institución que acogería definitivamente al casino.

De estilo ecléctico, con una fachada tallada en piedra donde se recrean motivos vegetales, el edificio que se comenzó a erigir originalmente en 1912  consta de tres plantas y varios salones, y en su exterior armoniza con la arquitectura de época de los alrededores, en una avenida de singular belleza, que desemboca en el Malecón habanero.

Para el rescate de los valores históricos se emplearon técnicas de pintura mural y se contó con la participación de la Empresa de Producciones Industriales Cabildo, así como de especialistas, conservadores, y artistas, entre ellos, Octavio Marín Aédos, quien posee resultados significativos en la restauración de la tumba de José Martí, en el cementerio de Santa Ifigenia, también en la casa de la reconocida poetiza Dulce María Loynaz, y en el Capitolio de La Habana.   

Las reparaciones  constructivas estuvieron a cargo de la Empresa de Restauración del Plan Malecón, adscripta a la Oficina del Historiador de la Ciudad, entidad con gran experiencia  en mantenimientos y rehabilitaciones del patrimonio edificado.

Minucioso  trabajo  se desarrolló en los techos, paredes de la fachada, muebles, lámparas en bronce, otras de cristal tallado, esculturas y una monumental escalera de Mármol de Carrara, por la que se accede a los diferentes salones.

Cada detalle donde se recrea  la época del surgimiento del otrora primer Casino Español de La Habana fue un reto para los conservadores, empeñados en devolver a los enamorados que contraen nupcias en la instalación, los matices y valores originales que causaron sensación en 1914 cuando se terminó la obra.

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