En los más diversos escenarios, El Circo cubano

Por: Reyna C. Turro Caró

 

En la capital cubana, el arte circense es mucho más que las presentaciones en las carpas  Azul, Trompo Loco, o en teatros cuando llega el evento internacional CIRCUBA, es un intercambio constante con el pueblo que puede deleitarse en los escenarios más diversos.

Un grupo de jóvenes artistas, dirigidos por el productor Luís Sánchez Ramos desarrolla un interesante trabajo de manera totalmente gratuita en hospitales, sedes de alojamientos para los constructores, y centros  de recreación para trabajadores.

Al conversar con el malabarista y acróbata, Sandy Fernández Pérez, uno de los integrantes del grupo y ganador en 2011, del Tercer Lugar Pista en la Escuela Nacional de Circo, el joven expresó:

¨ He participado en varias giras nacionales, y me gusta mucho ir a la comunidad, porque hay personas que viven tan lejos que no pueden acudir a un determinado lugar a vernos trabajar y entonces, nosotros le llevamos nuestro arte a ellos para que lo conozcan y sepan que nosotros no nos olvidamos de ellos y eso para mi es muy bonito, significa algo grande.¨

¨ También realicé presentaciones en hospitales infantiles y antes de graduarme hicimos una función en una escuela especial para niños con Síndrome Down y fue una experiencia increíble.¨

El grupo que dirige Luís Sánchez lo integran contorsionistas, magos, malabaristas, payasos, pulsadores y equilibristas, que forman parte de los colectivos de las carpas Azul y Trompo Loco.

Así lo explicó a este sitio el productor, quien argumentó que desde hace CINCO años desarrollan esa labor en coordinación con el Grupo Empresarial de la Construcción de la capital, GECONS.

Sánchez Ramos dijo además: ¨ Nosotros siempre trabajamos para los constructores porque sin construcción no hay nada, ni avenidas, hoteles, no hay hospitales ni centros recreativos.¨

¨ Ahora, luego del CIRCUBA comenzará la gira nacional, vamos desde Baracoa hasta Pinar del Río por todas las provincias, y cuando comience la zafra iremos a los bateyes con nuestras presentaciones para apoyar la zafra azucarera.¨

Luego de cada entrega en hospitales, comunidades serranas, centros educacionales especiales, zonas periféricas de ciudades, centros de descanso de los constructores, o albergues cañeros, los jóvenes sienten  que su arte es capaz de mitigar el dolor o el cansancio y a la vez crecen como artistas y como seres humanos.