Gerardo, un hombre de pueblo que es todo un Héroe

Foto tomada de www.cubadetate.cu

Por: Reyna C. Turro Caró

Gerardo Hernández Nordelo, es uno de los hombres que más enorgullecen a los cubanos. Desde hace 14 años cumple una injusta condena en EEUU, junto  a sus hermanos de lucha René González (que está bajo libertad supervisada), y Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González, también prisioneros en cárceles del imperio y víctimas de un proceso manipulado a conveniencia de la mafia cubanoamericana de Miami.

La historia de Gerardo y su esposa Adriana conmueve corazones, en todo este tiempo no se le ha permitido a ella visitarlo, pero el amor del uno por el otro y a la Patria, así como el empeño porque se haga justicia, sublimiza más la pasión que comparten.

Tras la reciente visita de Adriana a Bolivia y su encuentro con el presidente de esa nación, Evo Morales surgió una publicación que bien refleja la sencillez que caracteriza a Gerardo, un hombre de pueblo que es todo un Héroe para los cubanos.

Hernández Nordelo sostuvo una conversación vía telefónica con el presidente boliviano y he aquí fragmentos con sus expresiones, tomados de la publicación del periodista Patricio Montesinos, en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/09/13/%C2%A1compadre-acabo-de-hablar-con-evo-morales/

En su misiva - parafraseo -expresa su agradecimiento en nombre de los cinco al mandatario boliviano por el apoyo suyo y de su pueblo y le comunica que los Cinco conocen del avance en los últimos años de la nación suramericana.

Asimismo le desea muchos éxitos en las complejas tareas que aún tiene por delante, y subraya que él y sus compañeros de lucha le enviaban un abrazo fuerte a Evo Morales y que esperaban algún día podérselo dar en persona, y agradecerle su respaldo.

y en lo siguiente dice a su esposa: “Eso es todo lo que recuerdo de la conversación con Morales porque todavía estoy muy nervioso”.

En otro mensaje a Adriana, al referirse a ese diálogo, señala: “Tremenda sorpresa, todavía estoy emocionado”.

Más adelante expresa a su esposa: “Gracias por hacerme tan orgulloso mi gallinita de pelea”.

En esas frases se nos revela al extraordinario hombre que es Gerardo, valiente, y sencillo, muy tierno de corazón, un patriota injustamente condenado por el régimen norteamericano a dos cadenas perpetuas más 15 años de cárcel, pero aún asi, no consiguen doblegarlo ni arrebatarle  su entusiasmo, la sensibilidad por las cosas lindas de la vida, ni la confianza en el regreso a casa.