El imán de las Bodas en Cuba

El  Palacio de Mayía Rodríguez, uno de los que más bodas realiza en Cuba

Por: Reyna C. Turro Caró

Quizás porque tiene aires de un hogar feliz, o porque fue construida por una pareja flechada por Cupido, la Casona de Mayía Rodríguez, esquina a Patrocinio, en el municipio Diez de Octubre, al centro de la capital cubana, es uno de los Palacio de Matrimonios donde más bodas se realizan en Cuba.

Entre 2 500 y 2 600 oscila la cifra de comprometidos que anualmente legalizan su unión en el Registro de Mayía Rodríguez, donde comparecen novios de todas las provincias del país, aunque en cada una de ellas existen Palacios de Matrimonios.

Al lugar se accede por una amplia avenida rodeada de flamboyanes y desde el umbral comienza a sentirse una agradable sensación de bienvenida.

La casona data de 1940 y perteneció inicialmente a la familia Solares, un matrimonio español asentado en Cuba con negocios de ferretería, que construyó la vivienda con materiales importados todos de España.

Los estilos arquitectónicos se entremezclan  en el diseño constructivo  y la proveen de singular belleza.

Hasta 1978 habitó la familia el inmueble, fecha en que volvieron a su patria y en 1979 el gobierno de la localidad decidió convertir la casa en Palacio de Matrimonios.

No fue hasta 1980 que se inauguró con la nueva condición institucional. Isora Pérez Luján fue la primera Registradora de Estado Civil, que prestó servicios in situ.

Exquisito resulta el decorado de interiores donde armonizan cortinas, flores, muebles, valiosos objetos y piezas originales con la arquitectura y los colores en las paredes, en un ambiente, que por institucional no deja de tener un toque hogareño un tanto suntuoso y señorial.

En el afable trato de los trabajadores y la calidad de los  servicios que prestan desde que se arriba al lugar, quizás esté el secreto que funcione como un imán para atraer a novios de todo el país, unido a los aires de hogar feliz que irradia la casona y la leyenda de que los propietarios vivieron una bella historia de amor, que los llevó a edificar lo que no pocos románticos denominan, un templo sagrado a Cupido.

Algo de cierto ha de haber porque en él se legalizaron uniones  que hoy se aprestan a celebrar las Bodas de Plata.