Enfrenta la capital cubana una extrema sequía

Por: Reyna C. Turro Caró

 

La  capital de Cuba en estos momentos vive una de las sequías hidrológicas más severas de los últimos 40 años.

Jorge Calaf, vice delegado de Recursos Hidráulicos en la provincia al referirse a estudios recientes del Instituto Nacional de esa rama, dijo, que las investigaciones reflejan que la media histórica de lluvia de la ciudad era de MIL  412 milímetros y hoy presenta un déficit de más de 82 milímetros.

También señaló que en 2009 el período húmedo se comportó como seco y clasificó como el segundo año más seco de los últimos 48, además destacó que el fenómeno de la sequía que ocurría cada OCHO o NUEVE años acortó su ciclo y ahora se produce cada CUATRO.

Como consecuencia muchas de las fuentes que suministran el agua potable a la población se deprimieron considerablemente y otras colapsaron en 2010, un período donde se agudizó la carencia de agua en las cuencas hidrográficas.

Sin embargo el empeño del gobierno de la capital por garantizar el abastecimiento con ese recurso natural a los habitantes y el acceso adecuado llevó a intensificar el trabajo de las 4 empresas de Acueducto y Alcantarillado  en función de la rehabilitación de redes, la supresión de salideros y el desarrollo de nuevas inversiones para el traslado de agua desde fuentes enclavadas en provincias cercanas hacia La Habana.

También se aplicaron medidas de reordenamiento de horarios, y distribución en carros cisternas para garantizar un abastecimiento equitativo, así como campañas educativas para el ahorro.

Aún así, el suministro de agua potable a la capital de Cuba es por estos días una de las tareas más difíciles y que demanda grandes esfuerzos, pero que no se escatiman en el empeño de  proporcionar las condiciones de vidas adecuadas a los habitantes de la urbe.

Lo que ocurre en La Habana es una muestra del impacto del cambio climático del que los expertos advierten que: “Los patrones  proyectados para finales de este siglo en la región indican que en Centroamérica y el Caribe habrá un aumento de la intensidad de los huracanes, así como una reducción de las precipitaciones y con ello un aumento de las rachas de sequías”