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Una victoria con sabor a Medalla de Oro

Por: Reyna C. Turro Caró

En el municipio capitalino de Diez de Octubre, devoto del deporte, y que se ubica a la avanzada en provincia en esa rama, la victoria de Cuba en Naciones Unidas se saborea tanto o más que las medallas que acumula La Mayor de las Antillas en los actuales Juegos Panamericanos de Guadalajara.
El resultado de las votaciones en contra del bloqueo en la ONU y la manera en que el canciller Bruno Rodríguez Parrilla desenmascaró al Imperio llenó de alegría a los habitantes de la localidad más poblada de La Habana, que hicieron de ese logro un tema recurrente en los barrios. Y es que aunque el gobierno norteamericano continúe con su obstinación, se siente el respaldo del mundo como acto de justicia.
Desde su mismo nacimiento, el bloqueo contra Cuba resulta injustificable, esa inhumana política se apuntaló en la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, que en su texto recoge que sólo puede aplicarse a países que estén en guerra con Estados Unidos, que no es precisamente el caso de la nación antillana.
Tan ensañadas están las Administraciones de la Casa Blanca en destruir económicamente al ¨ Verde Caimán del Caribe ¨ que la Oficina de Activos Extranjeros, que se encarga de perseguir las transacciones internacionales ilegales, aplica más multas a las empresas que tienen comercio con Cuba y que a los narcotraficantes o terroristas, una muestra más de la doble moral de su cínica política.
Las condiciones que pone Estados Unidos para el levantamiento de esa medida son inaceptables para el pueblo cubano, entre ellas exigen la devolución de propiedades y la renuncia al sistema de gobierno que escogimos por mayoría, ello equivaldría a la humillación, a la pérdida de nuestra independencia, precio que no estamos dispuestos a pagar.
La comunidad internacional rechazó rotundamente el bloqueo una vez más, hasta los propios norteamericanos se pronuncian en su contra, e inclusive dentro de Miami, la mafia anticubana no ha podido evitar que muchos de los habitantes pidan el cese de esa inhumana política.
Lo que demorará el levantamiento del bloqueo no puede predecirse, sobre todo por la intransigencia de los gobiernos de Washington, pero la reacción en su contra es cada vez mayor y ello responde al respeto que se siente en el mundo por el pueblo cubano y la falta de argumentos para un proceder tan cruel en su contra, el bloqueo es un mal condenado más temprano que tarde a desaparecer.

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