Afecta el bloqueo el desarrollo urbano de la Habana

Por: Reyna C. Turro Caró 

El bloqueo de Estados Unidos afecta el progreso urbano en La Habana por las limitaciones que impone al acceso a tecnologías imprescindibles para los planes de desarrollo de la ciudad, aseguró el arquitecto Roberto Vázquez, director de Inversiones del Instituto Nacional de la Vivienda de Cuba, (INV).

La afirmación la realizó el dirigente en rueda de prensa celebrada recientemente en el Ministerio de la Construcción (MICONS), ocasión en que el organismo estatal presentó un informe sobre los 26 millones de dólares, que costó la irracional política norteamericana al Programa de la Vivienda, entre abril de 2013 y marzo de 2014.

En el caso de la capital el efecto nocivo del bloqueo frena la producción de materiales para las obras y el avance de los cronogramas de trabajo, al tiempo que limita el aprovechamiento del suelo e impide adquirir tecnologías para rehabilitar edificaciones que podrían alargar su vida útil.

Vázquez explicó: “Ejemplo de ello son las destinadas al reforzamiento de estructuras, o de cimentaciones, las especializadas para la erradicación de fugas hidro -sanitarias, así como para la desobstrucción de esas conexiones, que son las causas más frecuentes del deterioro de un inmueble, junto a las filtraciones”.

“En la ciudad hay muchas parcelas vacías, sin embargo el Estado tiene que ir hacia nuevas zonas de desarrollo, más costosas y más complejas técnicamente, por carecer de equipos para construir en zonas urbanizadas de alta concentración, lo que requiere de sistemas muy flexibles, fáciles, que existen en el mundo, sobre todo en EEUU, pero que nosotros no podemos acceder a ellos”.

Ante tales condiciones existe una deuda pendiente de recuperar y remodelar la urbe, conservando las características morfológicas de la metrópoli. El trabajo de los constructores la mayoría de las veces implica mayores gastos por la carencia de la tecnología adecuada.

El director de Inversiones del INV significó además que esos 26 millones de dólares hubieran podido destinarse a la recuperación del fondo habitacional, que en el país demanda más recursos de los que actualmente puede dedicársele.