El bloqueo de EEUU contra Cuba simplemente injustificable

Por: Reyna C. Turro Caró

El Bloqueo norteamericano contra Cuba resulta injustificable desde su mismo nacimiento en 1961. El Imperio basa su inhumana política en la llamada Ley de Comercio con el enemigo, que en su texto recoge que sólo puede aplicarse a países que estén en guerra con Estados Unidos, que no es precisamente el caso de la mayor de las Antillas.

Tan ensañadas están las Administraciones de la Casa Blanca en destruir la nación caribeña económicamente, que la Oficina de Activos Extranjeros, que se encarga de perseguir las transacciones internacionales ilegales, las multas más cuantiosas se las aplica a bancos y  empresas que tienen comercio con Cuba y no a los narcotraficantes o a los terroristas.

El mandatario Barak Obama en su alocución del 17 de diciembre último animó  al Congreso a un debate serio y honesto sobre el levantamiento de lo que definió como embargo,  y que realmente es bloqueo, que desde 1996 se ha venido recrudeciendo a partir de la adopción de la Ley Helms-Burton.

Por estos días que se habla de normalizar  relaciones entre ambos gobiernos, el Presidente Raúl Castro dejó claro que, todo entendimiento ha de basarse en  el respeto mutuo y el cumplimiento de los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

De buen grado se recibe la noticia de la organización de una gran coalición agrícola y alimentaria para promover el levantamiento de lo que califican como  ¨obstáculo auto-impuesto” al comercio, pero sucede que esa piedra de tropiezo abarca a todas las ramas de la economía y también a la actividad financiera.

De extenderse esas reacciones en EEUU, el Congreso tendrá que tomar en consideración la sugerencia presidencial del 17 de diciembre de 2014.

En la Organización de Naciones Unidas, la comunidad internacional  se  pronunció en reiteradas ocasiones en contra de esa política norteamericana,  empresarios estadounidenses  manifestaron su desacuerdo con ella y en la propia Miami, la mafia anticubana no ha podido evitar que muchos de los residentes y  los convertidos en ciudadanos norteamericanos pidan el cese de esa sanción.

El plazo en que será levantado el bloqueo no puede predecirse, pero es una batalla que el pueblo cubano seguirá llevando  y que también ha de  ganar.