El Caso Cervantes
Rafael Carela Ramos
 Desde  hace varios días, algunos medios de difusión   extranjeros han venido  publicando infundios acerca del caso de Jorge   Cervantes, cubano de 43  años de edad, preso  por cometer un   delito común,  y actualmente en  estado de inanición   prolongado.
 Este individuo, natural del  municipio de Contramaestre, en la   provincia de Santiago de Cuba,  se  encontraba en libertad condicional,   estatus que le fue revocado por  cometer el delito de tentativa de   violación de una mujer, según nos  informaron las autoridades   correspondientes.
 De vuelta a la  prisión, Cervantes se declaró en ayuno   voluntario, situación en la que  permaneció durante 12   días.
Como medida preventiva, y velando por su  estado de salud, se   le  remitió al hospital provincial Saturnino Lora,  en donde   permanece en estos momentos.
 De acuerdo a lo manifestado  por el Dr. Reynaldo Méndez,   especialista de la Unidad de Cuidados  Intermedios de ese centro, que lo   atendió inicialmente, aunque el  detenido continuaba rechazando   alimentarse, hasta el domingo 12 de junio  aceptó ser examinado   y  recibir sueros en venas periféricas.
 A  partir de  entonces se ha negado no sólo a alimentarse,   sino a ser  examinado, a que se le  comprueben los signos vitales    y, desde luego, a  ser sometido a tratamiento alguno.
 Esta semana, ante el deterioro  físico que empieza a   experimentar, luego de 25 días de inanición,  Cervantes fue   remitido a la  Unidad  de Cuidados Intensivos del  Hospital. Como   manifiesta la   Dr. Alina Rodríguez Cardero, médico    especialista en Anestesiología y Reanimación, y diplomada   en  Cuidados  Intensivos y Emergentes, que lo atiende actualmente,   “allí contamos  con  todos los recursos necesarios para   atenderlo, tiene un cubículo para  él, y una enfermera   permanentemente.
 “Pese a que se le ha  explicado  el peligro que corre para   su vida  y  los futuros  padecimientos que su actitud que puede   significar -añade-, escucha las  explicaciones, pero continúa   negándose a ser alimentado, a dejarse  examinar, ni a ser tratado por   los médicos, incluso a pedido de su  madre, y nosotros respetamos  esa  decisión del paciente, por lo tanto,  sólo la   observación en el orden clínico, es lo que nos permite hacer   una  vigilancia y seguimiento de este paciente
 Inquirimos con la    Lic. Yanet Silva Albear, psicóloga de los   Servicios Intermedios e  Intensivos del Saturnino Lara, su opinión   acerca de la conducta del  recluso.“Este es un paciente que ha   mantenido rígido en su conducta,  negándose a la   comunicación verbal, cuando lo hace es con monosílabos,     y a la asistencia médica. Esto nos da la medida de que estamos   en  presencia de un caso de trastorno de la personalidad. Es un paciente que    no tiene estructurada ni definida la motivación que lo lleva a   realizar  lo que hace”.
 Esta situación ha sido manipulada por autonombrados    “dirigentes” de los llamados “opositores”, que   valiéndose de individuos  que se prestan para eso, han armado   desórdenes públicos en áreas del  hospital, lo que ha   provocado la respuesta de los trabajadores de allí y  la   población cercana al lugar, que han actuado defendiendo el centro    hospitalario  y los valores patrios.    
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