Fidel, mi gigante de las ideas

Por: Reyna C. Turro Caró

A sólo días de la celebración del aniversario 63  de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en que la historia me devolvía al Fidel Castro de aquellos años, el presente se me hace recurrente, el motivo? el cumpleaños 90 del líder revolucionario, y es que siempre hay un momento para Fidel en nuestros corazones.

De niña solía verle cual gigante en las tribunas alzar la voz en defensa de sus principios, de los humildes, aclarar el entendimiento a muchas personas, señalar las metas. Me deslumbró, le idealicé y encontré en él, ese ángel del que muy pocos seres humanos son dueños y  atrae a multitudes.

Fidel es especial. Amigos y enemigos no pueden dejar de admirarlo, inspira confianza, certeza, seguridad. De un poder de previsión admirable y una inteligencia desmedida, de esos hombres que llevan en si el decoro de muchos hombres.

Con él se descubre que la verdad es escudo y la razón da una fuerza infinita. De sus escritos se  aprende cada día, también de su propia vida. Es paradigma y escuela,  un reto constante al descubrimiento que convida al estudio en diferentes esferas del conocimiento.

En sus 90 cumpleaños se le encuentra, generando ideas, sugiriendo caminos, inspirando a las nuevas generaciones en muchas partes del mundo, en un abogo constante a favor de la humanidad, de la naturaleza,  de nuestra especie, y en defensa de los oprimidos.

Porque me enseñó que a las dificultades no se les teme sino se les enfrenta y supera, porque me hizo ver que la dignidad es virtud y derecho que se defiende, la solidaridad no es dar lo que sobra sino compartir lo que se tiene, que al enemigo se le mira de frente si bajar la cabeza, y que siempre el futuro puede ser mejor, Fidel será siempre para mi y otros muchos cubanos, ese gigante de las tribunas, de las batallas, de las ideas.