La Habana entre las provincias más afectadas por la sequía

Por: Reyna C. Turro Caró    

Al cierre de agosto La Habana clasifica entre las provincias de Cuba con mayor déficit de precipitaciones, al acumular sólo el 54 por ciento del promedio histórico de lluvia para ese mes del año.

Así lo dio a conocer el especialista del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) Argelio Fernández Riquelmer, quien explicó que en septiembre, considerado un período de gran importancia pluvial, hasta el día diez, en todo el país se reportan 33 milímetros de lluvia caída y en la capital solo el tres por ciento de esa cifra.

El impacto de la sequía se refleja también en los embalses, donde  se reducen los volúmenes, y en las aguas subterráneas que posicionan en estado desfavorable a los acuíferos abastecedores de la urbe, entre ellas la Cuenca Vento-Almendares, la Jaruco y la Ariguanabo, esta última la de peor situación.

Como consecuencia, alrededor de 83 mil habitantes de la ciudad están limitados con el servicio de acueducto y reciben el suministro de agua a través de carros cisternas, un esfuerzo en el que colaboran de manera solidaria diferentes organismos estatales, además de las empresas subordinadas al INRH.

Fernández Riquelmer en su análisis valoró que, la etapa de enero- agosto de 2015  en materia de sequía en el país se posiciona, por su severidad, en el cuarto lugar desde 1901.

A decir del Delegado Provincial de Recursos Hidráulicos, Javier Toledo Tápanes, un elemento preocupante en La Habana es el comportamiento de los picos  de descensos en los acuíferos,  que actualmente en ¨época húmeda ¨se comportan de manera similar al cuarto mes del período seco, aún por llegar.

Para paliar la actual situación, las Empresas de Acueducto y Alcantarillado tienen un programa de medidas, que aplican de manera gradual en consonancia con el incremento de la sequía, y que incluye nuevas inversiones, más brigadas para suprimir salideros, redistribución de horarios de suministro y acortamiento del tiempo de abasto, recarga de las cuencas en estado critico y la instalación de nuevos equipos de bombeo, entre otras.

Ganar conciencia y actuar en función del uso racional del agua como la medida más eficaz a favor de ese recurso natural, es el componente que en este empeño le corresponde  aportar a los habaneros.