La Enmienda Platt como el bloqueo, injerencista e impuesta
Por: Reyna C. Turro Caró
La Enmienda Platt se concibió en Estados Unidos de Norteamérica, EE.UU, para afianzar su dominación en Cuba en 1901 y apropiarse de parte de nuestro territorio, tiene un marcado carácter injerencista y fue impuesta a la Asamblea Constituyente como parte del texto de la primera Constitución de la República de Cuba, bajo la amenaza que, de no aceptarla, el país seguiría ocupado militarmente.
Los artículos del documento revelan las ansias del imperio de impedir la soberanía de la Mayor de las Antillas y abarcaban desde las relaciones de Cuba con otras naciones hasta el derecho de EE.UU. a intervenir militarmente en la isla cuando a su juicio ¨peligraran la vida, la propiedad o las libertades individuales¨.
Asimismo estableció que, para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la supuesta independencia de Cuba y proteger y defender al pueblo, el gobierno de la nación caribeña vendería o arrendará al país norteño las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrían con el Presidente norteamericano. Con este artículo ampararon la implantación posteriormente de la Base naval de Guantánamo.
En masivas manifestaciones el pueblo cubano protestó contra la decisión del gobierno de EE.UU., y hasta hubo oposición en la Asamblea Constituyente, pero la Enmienda quedo impuesta.
Luego del triunfo del Ejército Rebelde liderado por nuestro invicto Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz el Primero de enero de 1959, Cuba recuperó su independencia y soberanía, condiciones innegociables para el gobierno revolucionario y el pueblo que no cesarán en su reclamo de la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la base naval yanqui en la provincia más oriental del país, hasta conseguirlo.
De igual modo continuarán los cubanos demandando el cese del bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de la Casa Blanca contra Cuba, una política injerencista, extraterritorial e injusta, violatoria del derecho internacional de las naciones, que daña por más de medio siglo al progreso de la Mayor de las Antillas y a su pueblo.
En la reciente Asamblea del Parlamento Cubano, celebrada los días 31 de mayo y primero de junio del presente año, una vez más los diputados ratificaron el carácter socialista de la Revolución Cubana, y la decisión de mantener los principios enarbolados desde su surgimiento.
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