Mucho por construir en las relaciones Cuba – Estados Unidos

Por: Reyna C. Turro Caró    

Mucho  camino se habrá de recorrer para la normalización de las relaciones entre los gobiernos de La Habana  y Washington. Vigentes están leyes y disposiciones norteamericanas, que entorpecen lo que pudiera considerarse una inter-relación normal entre dos Estados en igualdad de condiciones.

Si bien es cierto que se flexibilizaron  algunas regulaciones  estadounidenses, el hecho  que existan leyes como la Helms- Burton, la de Ajuste Cubano y otras  con efectos nocivos para la mayor de las Antillas, hacen que se dificulten el comercio bilateral, las inversiones de capital, el normal intercambio pueblo  a pueblo, el tema migratorio y  mantienen  el bloqueo.

La permanencia de dichas legislaciones posibilita además que pueda haber retrocesos en los avances alcanzados, de llegar al poder en  E.E.U.U. una administración que no vea con buenos ojos el mejoramiento de las relaciones con la nación caribeña.

Por otra parte, tampoco existen hasta ahora pronunciamientos favorables acerca de la devolución del terreno ocupado ilegalmente por la base naval en Guantánamo, que es una de las exigencias de Cuba, o del levantamiento del mal llamado embargo, que tanto daño causa en lo económico, comercial y financiero.

A ello se suma, que aunque los sectores  empresarial y agrícola del país norteño realizan reclamos a favor de un mejor intercambio con la isla, lo real es que en este sentido sólo se han dado pequeños pasos en relación con todo cuanto pudiera lograrse.

Así las cosas, el restablecimiento de relaciones  diplomáticas entre ambos gobiernos es sólo la creación del pedestal   en una pirámide aún por edificar, y en la cual se ascenderá en dependencia de las voluntades de ambas partes y sobre la base del respeto a la soberanía y la independencia, conquistas  a las que el pueblo cubano no renunciará jamás.