Por: Reyna C. Turro Caró
La Habana, ciudad añeja llena de magia y encanto, bañada de mar y orgullosa de su historia, cumple este 16 de noviembre 497 años de fundada y se erige como el destino turístico más completo de Cuba y entre los de mayor demanda del país.
Como legítima exponente del paso del tiempo a través de su arquitectura, la urbe se muestra unas veces majestuosa, otras sencilla pero elocuente, capaz de hablar por si misma de quienes le habitaron y caminaron por sus calles.
Sus fortalezas cuentan del enfrentamiento a navíos. Las plazas y parques rememoran la vida comercial, o la cruel venta de esclavos en la etapa de la colonia. Ceibas robustas y antiguas armonizan con las calles adoquinadas que devuelven el sonido de coches tirados de caballos, donde hoy se entrelazan idiomas diferentes y el interés por conocer la villa.
Las esquinas susurran de antiguas conspiraciones revolucionarias y clandestinaje, y hasta entonan compases de rumba con sabor a tabaco y ron, y a ratos entre los transeúntes se exhibe un mestizaje único, entremezcla de españoles, criollos, africanos, árabes, chinos, una raza fuerte y exquisita: los cubanos.
Todas esas bondades, suman el poder disfrutar de la náutica, el buceo, campos de golf, una riqueza cultural y patrimonial extraordinaria diseminada por toda la urbe con la particularidad de lo típico en las comunidades, lo que imprime mayor atractivo a La Habana, que con toda justeza fue designada en 1978 Monumento Nacional y en 1982 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad.
Resultados de encuestas de la Agencia de Viajes San Cristóbal , de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y del Ministerio del Turismo de Cuba , MINTUR, revelan que los visitantes extranjeros destacan entre los atractivos de la urbe diferentes sitios, pero la mayoría coinciden en apuntar hacia las características de sus habitantes.
Precisamente ese patrimonio humano junto al resto de los atributos antes mencionados, la seguridad que garantiza, lo afable de los habaneros, su cultura, le hizo ganar a la capital cubana la condición de Ciudad Maravilla del Mundo Moderno.
Manuel Marrero Cruz , titular del MINTUR, al referirse a las cualidades de la capital cubana como destino la distinguió como principal receptor del turismo de negocios, de eventos, de ferias y congresos, cultural, de salud, de cruceros, y de otras modalidades.
¨La Habana Vieja, es sin dudas, el sitio más visitado y el lugar de obligatorio encuentro.¨-destacó.
Sonia Beltrán, delegada del MINTUR en la provincia resaltó que sólo en el primer trimestre del año, la ciudad exhibió un incremento significativo en el arribo de visitantes extranjeros y creció un siete por ciento en los resultados productivos, en relación con igual etapa del año precedente.
Por su parte, Gina Rey, Premio Nacional Vida y Obra de Arquitectura al referirse a La Habana definió: ¨… es asombrosa por su historia, por el patrimonio edificado, pero sobre todo por su gente, por el carácter del habanero, abierto, franco.
Es una metrópoli cosmopolita que nació como ciudad portuaria y ese carácter hospitalario, siempre dispuesto a ayudar, esa alegría de la población, se transmite a la urbe, ese bullicio de sus calles no lo encuentras en ninguna parte del mundo.¨
Y es que en La Habana confluyen historia y modernidad, religiones, tradición e identidad, cubanía. La ciudad emprendió su desarrollo sin olvidar sus orígenes, y orgullosos de su estirpe, los citadinos construyen, se superan, desarrollan las ciencias, las técnicas, las industrias, y su optimismo contagia tanto como su alegría. Ello hace de la capital cubana un destino tentador y atractivo a los ojos del turismo foráneo.
